Los Nombres de Dios

Tres términos hebreos son traducidos por «Dios»:

• El, «La Divinidad», Dios en el poder y en la singularidad de su naturaleza divina.

• Elohim, una forma plural que, sin embargo, no significa «dioses», sino Aquel que posee de modo completo todos los atributos divinos

• Adonai, El nombre sagrado del ETERNO, no se sabe sus vocales. Entonces cada vez que los judíos veían en los textos ese nombre «Adonai», ellos percibieron que se trataba del Nombre de Dios, el Eterno. (Transliterado: Yhwh)

Además de estos, en la traducción alemana, por los cristianos de los años 600 a 900, existen los nombres Yahvé, Yhovah, Jehová o Yave. En la traducción alemana.

Por reverencia y para evitar que ese nombre fuera pronunciado, los judíos, en lectura pública, decían Adonai, «Señor».

Las traducciones en gran parte, todavía siguen esta práctica, traduciendo Yahweh por «Señor» o colocando «Señor Dios» o «Señor, mi Dios» donde el hebreo trae sólo Adonai (El Señor, El Eterno).

En verdad, esa palabra «Jehová» no existe en el hebreo. Son sólo letras Yud, H, Vav, H del nombre del Señor y las vocales de Adonai. ¿Qué sucedió?

Cuando los masoretas de los años 600 a 900 de nuestra era cristiana llegaron, introdujeron las vocales del nombre Adonai en las consonantes del nombre del Señor, para recordar a los judíos que no pronunciaran el nombre del Señor en las lecturas y sí, Adonai.

Y eso se hace hasta el día de hoy en las lecturas de la Torá y en los textos judíos. Al declarar su nombre al pueblo, Dios quería revelarles su carácter más íntimo. En términos lingüísticos, el nombre SEÑOR se relaciona con el verbo «ser / existir».

Este verbo no significa simplemente «existir», sino «estar activamente presente». El «Señor» es el Dios activamente presente entre su pueblo. Pero Dios decidió revelar eso en una ocasión en que ellos necesitaban ser redimidos, pues se encontraban en la situación de esclavos condenados.

“…este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todas las generaciones.” (Ex 3:15)

En otras palabras, la noción de «presencia activa» nos dice que Dios está con nosotros, pero no nos dice qué tipo de Dios es. Al elegir el tiempo del éxodo para revelar el significado de su nombre, El Señor se identificó como el Dios que salva a su pueblo y derrota a sus adversarios.

En la base de su auto-revelación como El Señor está la santidad de Dios, que se manifiesta en santo rescate e ira santa con ocasión de la Pascua.

“…y pasando delante de él, proclamó: ―El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.” (Ex 34:6-7)

“¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.” (Mq 7:18)

Los textos mencionados muestran de una manera bien clara, la comprensión que, en el tiempo del AT, tenían sobre el carácter que ese nombre revela.

Revelación Progressiva
El nombre Adonai (SEÑOR) aparece en la Biblia desde el principio. Su ocurrencia muestra que el nombre era no sólo conocido como utilizado también.

Como Dios puede decir a Moisés que «por mi nombre, El Señor, no les fue conocido» (es decir, a los patriarcas)?

“También Set tuvo un hijo, a quien llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.” (Gn 4:26)
“En otra ocasión, Dios habló con Moisés y le dijo: _ Yo soy el Señor. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob bajo el nombre de Dios Todopoderoso, pero no les revele mi verdadero nombre, que es el Señor.” (Ex 6:2-3)

Los expertos en el estudio del AT respondieron esta cuestión, diciendo que tenemos varias tradiciones de la historia primitiva del pueblo de Dios. Según una tradición, el nombre divino era conocido desde el principio; según otra, opuesta a la anterior, ese nombre sólo fue revelado a Moisés.

Por más influyente que sea esa teoría, no es ni irrefutable ni necesaria. En el AT, «conocer» va más allá del simple acceso a informaciones;

Implica participar activamente en la comunión con la persona conocida. Por ejemplo, los hijos de Elí seguramente conocían el nombre como manera de «identificar» a Dios, pero «no le importaban (literalmente “no conocían») el SEÑOR» “Los hijos de Elí eran unos perversos que no tomaban en cuenta al Señor.” (1Sm 2:12)

Así, el libro de Éxodo, capítulo 6 versus 2 al 3, nos dice algo que, hasta ese momento, tenía sólo el significado de un «identificador», un epíteto para Dios o una forma de dirigirse a EL.

Había asumido el significado de una afirmación acerca del carácter de ese Dios que tenía ese nombre, a saber, que El es el Santo Redentor y el Juez Santo, el que siempre se hace presente entre el pueblo.

Esta interpretación también es confirmada por el Génesis. Si alguien hubiera preguntado a Abraham, «¿quién es Adonai?», el seguramente habría respondido: es «el Dios Todopoderoso».

O habría usado uno de los otros títulos de Dios, conocidos de los patriarcas: «Dios Altísimo», «Dios Eterno», «Dios, el Dios de Israel», etc. Así que, cuando, se dice que el Señor es «el Dios de vuestros padres», esa riqueza de significado se añade a la revelación del Redentor Santo.

“Yo soy el Dios de tu padre. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” (Ex 3:6).

Dios de Toda la Humanidad
Pero Dios que se revela de modo especial a un pueblo, el Dios que es «mi Dios» para las personas que forman parte de la nación elegida, el «Santo de Israel», no puede quedar restringido a ese pueblo.

Dios es:
El «Creador»:
“…El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra.” (Is 40:28)

El «Juez»:
“Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?” (Gn 18.25)

El «Rey»:
“¿Quién no te temerá, Rey de las naciones?” (Jr 10.7)

El “Dios de toda la humanidad”:
“Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?” (Jr 32:27)

“He oído además el gemir de los israelitas, a quienes los egipcios han esclavizado, y he recordado mi pacto. Así que ve y diles a los israelitas: “Yo soy el Señor, y voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a liberarlos con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia. Haré de ustedes mi pueblo; y yo seré su Dios. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los libró de la opresión de los egipcios. “ (Ex 6:5-7)

Y para concluir una curiosidad referente al nombre de Jesús:
Jesús
Yeshua / ישוע
Yeshua Hamashia – El nombre Yeshua es derivado de una raíz hebrea de cuatro letras: Yod, Shin, Vav y Ayin, cuyo significado es «salvar», también originando «salvación».

Por lo que llegamos al final desde material, espero haber ayudado a todos los que buscan estudiar la Biblia en forma real y verdadera.

El Instituto Teológico Latino pretende ser un instrumento de Dios para el pueblo Latinoamericano. Deseamos bendecirlo a través del conocimiento de la Palabra de Dios, de acuerdo con el libro de Oseas 4: 6, «Mi pueblo perece por falta de conocimiento».

Para nosotros del ITL- Instituto Teológico Latino, es un gran placer formar parte de ese ministerio, de este modo, queremos que Dios os bendiga grandemente.

“Mi oración es que Dios bendiga fraternalmente en Cristo Jesús”

Equipo ITL – Instituto Teológico Latino
Pr. Sergio Anacleto

 

Un comentario en «Los Nombres de Dios»

Deja un comentario