¿TENGO UN LLAMADO?

En algún momento de nuestra vida cristiana, es inevitable pasar por aquel momento de muchas dudas acerca de nuestra identidad en Dios y nuestro lugar en el cuerpo de Cristo. Es en ese momento que nos encontramos con algunos cuestionamientos del tipo: ¿Será que tengo un llamado ministerial? ¿Cómo descubrir lo que Dios espera de mí?

El hecho es que, si usted está pasando por ese momento de dudas e incertidumbres, quiero calmar su corazón y decir que todos, un día, ya pasamos por eso. Es un tipo de inquietud muy común, principalmente por aquellos que tienen el deseo de realmente servir a Dios.

Además, también tengo una gran noticia: si usted está pasando por ese momento de inquietud, es muy probable que el Espíritu Santo esté lanzando esa semilla en su corazón, demostrando que es el momento de empezar a entrar en ese proceso de descubrimiento. ¡Dios quiere usarlo!

Es cierto que algunas personas tienen más facilidad para ese descubrimiento que otras. Sin embargo, no importa el momento en que usted está viviendo, porque la verdad es una sola: ¡Dios tiene un llamado para usted! ¿Y sabe por qué? Todo lo que Dios creó, desde la creación hasta hoy, lo hizo con un propósito. Y no hay nada que Dios haya creado, en toda la historia, sin una intención. Y lo que Dios espera de mí y de usted es que podamos dar frutos.

“No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure”. Juan 15:16

No todos son iguales

Si todos hemos sido llamados para dar frutos a Dios, hay que recordar que no todos los frutos son iguales. Basta observar la naturaleza y ver la gran diversidad que hay. De esta forma, un manzano no puede producir uvas, o una colmena no puede verter aceite. Así somos nosotros en el cuerpo de Cristo, cada uno con un llamado específico para dar frutos de honra a Dios.

Pero no podemos dejar de hablar del peligro que hay en que la persona quiera ejercer una función o operar en un don al que no fue llamada. Cuando esto sucede, por cierto los frutos se secan o tal vez ellos nunca fluyan de verdad. Por lo tanto, si queremos realmente dar frutos en abundancia a Dios, hay que descubrir para lo que hemos sido llamados, para que Él sea glorificado.

¿Cómo descubrir mi llamado?

Primero, hay que entender que, independientemente de que ya lo conozca o no, ese llamado ya existe dentro suyo. Y lo más increíble de todo esto es que Dios es el más interesado en este descubrimiento y Él quiere formar parte de ese proceso junto a usted.

“Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad“. Filipenses 2:13

No se engañe, fue Dios mismo quien plantó ese deseo en su corazón, y está dispuesto a ayudarle a realizarlo. Su parte ahora es descubrir ese llamado, y para que usted tenga éxito en ese proceso, quiero dejar aquí tres consejos muy importantes:

  1. Haga una lista de todas sus aptitudes naturales y preste atención especialmente a lo que lo hace sentir más realizado. En otras palabras, descubra aquello que le apasiona hacer.
  2. No deje de consultar a Dios, después de todo, Él forma parte de este proceso junto a usted,  y no puede ser dejado de lado. Búsquelo en oración, y quédese listo para lo que Él quiere revelarle.
  3. No tenga prisa. Nunca. El gran problema de muchas personas es la ansiedad, que es capaz de traer mucha confusión y ceguera. Recuerde que uno de los frutos del espíritu es la paz, y solamente así estaremos listos para oír la voz de Dios. Por tanto, tenga paz y serenidad en este proceso, con la certeza de que el momento correcto para que usted comience a ejercer su ministerio ya existe, y es Dios mismo quien lo revelará. Algunas veces Él puede incluso usar a otra persona para ayudarle.

No se olvide que usted es un miembro importante en el cuerpo de Cristo, creado con una función específica. Quiero terminar dejándole una Palabra:

“Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás”. 1 Corintios 12: 4-7

¡Usted es un escogido de Dios!


Hola mi querido(a) hermano(a)

Soy el Pastor Sérgio de Souza, del Instituto Teológico Latino, y pido que si te ha gustado el contenido nos ayudes a alcanzar más personas, compartiendo con los demás.

Muchas gracias y bendiciones!

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