– Aunque la predicación ha sido alterada a lo largo de los siglos, retiene, en menor o mayor grado, los elementos originales de la proclamación, de la evangelización y de la instrucción que tenía en los tiempos del Nuevo Testamento.
– El mensaje de la predicación del Nuevo Testamento era el Evangelio. El llamamiento era al arrepentimiento y la fe, y el objetivo era evangelizar a los perdidos.
– Esta es la orden del Nuevo Testamento de la cual se desarrolló la predicación de la actualidad. Por lo tanto, la predicación de hoy incluye no sólo la proclamación del Evangelio para la salvación de los perdidos, sino también la predicación de la Palabra para que los creyentes sean alentados y fortalecidos en la fe.
– Por ejemplo, lo que Pablo aclara para Timoteo: «Que predique la palabra, a tiempo y fuera de tiempo, reprendas, exhortes, con toda la longanimidad y doctrina». (2Tm 4:2)
– La predicación es un medio principal escogido por Dios y usado en la Iglesia primitiva para comunicar las Buenas Nuevas, los acontecimientos del ministerio de Jesucristo a las personas. Esto se ve, principalmente, en los primeros capítulos del libro de Hechos, donde los cristianos salieron por todas las ciudades contando lo que había sucedido.
– Y eso por sí solo, caracterizaba una predicación muy poderosa, pues la gente creía en lo que oían.