VENIDA DE JESÚS – 9 SEÑALES INCONFUNDIBLES

El siglo XX, tal vez más que todos los demás, experimentó profundos cambios en todas las áreas. Muchos de estos acontecimientos son de gran significado para la Iglesia. Mirar la historia reciente es ver el desarrollo del plan divino a través de los siglos, es atentar para las señales de los tiempos y la inminente vuelta de Jesús, es ponerse en guardia para lo que vendrá.

Necesitamos recordar tres cosas en el Nuevo Testamento cuando el asunto es la venida de Jesús.

Primero, la Biblia dice: nadie sabe el día ni la hora (Mt 24.36). Cualquier persona. Cualquier intento de prever no pasará de soberbia y herejía, locura y engaño. Todos los que intentaron predecir la fecha de la venida del Señor o del fin del mundo cayeron en vergüenza y descrédito porque la afirmación de Jesús es inconfundible.

En segundo lugar, la Biblia dice: “Pero ustedes, amados hermanos, no están a oscuras acerca de estos temas, y no serán sorprendidos cuando el día del Señor venga como un ladrón” (1 Tes 5.4). A pesar de no saber día y hora, eso no significa que estamos distraídos y que la vuelta de Jesús, así como sus resultados sea una sorpresa para nosotros. Si somos cristianos atentos, entonces estamos preparados para ese momento.

Y, finalmente, un tercer versículo: “Saben interpretar las señales del clima en los cielos, pero no saben interpretar las señales de los tiempos” (Mt 16.3). Hay señales que indican que el regreso de Jesús y la consumación de todas las cosas está cerca. Están sucediendo cosas importantes que no pueden ser ignoradas. Considerarlos hechos corrientes de la vida puede ser  una enorme falta de discernimiento.

A continuación, se enumeran nueve señales de la venida de Jesús. Usted probablemente ha oído hablar de todas ellas. Sin embargo, unidos de la forma que están, permiten un panorama integral de las señales de los tiempos, una nube amplia en el horizonte alertando para lo que vendrá.

Las señales de la venida de Jesús

  1. Guerras y Revoluciones

Luego agregó: “Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino (Lc 21.10)

El siglo XX, a pesar de la euforia de que todo progresaba a pasos agigantados hacia una utopía mundial, fue marcado por dos sangrientas guerras mundiales, seguida por innumerables conflictos de la guerra fría. Sólo 21 años después de haber terminado la primera guerra, cuando el mundo creía que estaba en paz, estalló la segunda, que dejó un saldo de 77 millones de muertos (de éstos, al menos 7 millones de judíos). La bomba atómica, tirada sobre Hiroshima y Nagazaki el 6 de agosto de 1945, trajo al mundo el conocimiento de un poder de destrucción nunca antes soñado – la energía atómica.

“Así, por ejemplo, ya en 1993, se estimaba que había cerca de 48 guerras étnicas en marcha por todo el mundo y que había 164 reivindicaciones y conflictos étnico-territoriales respecto de fronteras en la ex Unión Soviética, de los cuales 30 implicaban alguna forma de conflicto armado” (1)

  1. Catástrofes naturales

“Habrá grandes terremotos, hambres y plagas en muchos países, y sucederán cosas aterradoras y grandes señales milagrosas del cielo” (Lc 21.11).

El Tsunami en el suroeste asiático, los tifones y terremotos de los últimos veinte años, han provocado preocupaciones para las autoridades mundiales. Las investigaciones científicas hacen predicciones más apocalípticas que el propio Apocalipsis. No hay perspectivas positivas en este sentido.

La OMS considera la malaria la peor enfermedad tropical y parasitaria de la actualidad, perdiendo en gravedad sólo contra el SIDA, y matando tres millones de personas al año, desde 1980. El SIDA, a su vez, fue identificado en 1981, en Estados Unidos, y desde entonces fue considerado una epidemia por la Organización Mundial de la Salud, con 22 millones de muertos hasta el momento.

  1. Aumento del pecado

“Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará” (Mt 24.12).

Para muchos tal vez parezca redundante hablar del aumento del pecado en nuestros días, como una de las señales dadas por Jesús en su sermón profético. Que hay exceso de pornografía, fornicación, adulterio, deshonestidad, violencia, es evidente para cualquier persona. La revolución sexual y las drogas han ganado tal espacio en la sociedad que parece querer sumergirlo todo.

Sin embargo, la pecaminosidad ya pasó de la dimensión cuantitativa. La cuestión del pecado humano es de otra naturaleza. Primero, porque el concepto de pecado ha sido expulsado de la mente del hombre moderno. Él no reconoce más la palabra. El mero pronunciamiento de ella se volvió algo retrógrado.

Si pensábamos que la hipocresía era la mayor manifestación de la pecaminosidad, nos engañamos completamente. Si creíamos que alguien practicaba escondido lo que condenaba públicamente era lo más terrible que podría haber, también nos engañamos. Vivimos hoy algo mucho peor. Más grave que la hipocresía es la apología del mal.

Las mujeres de renombre ahora se jactan de sus fotos pornográficas y homosexuales se sienten ofendidos con cualquiera que les llame pecador. Poco a poco el homosexual se transforma en ciudadano de primera clase y quien de él discrepa es etiquetado como enfermo homofóbico. En algunos países la ley protege a quien mata al niño en el vientre y usuarios de drogas, antes escondidos en sus callejones, marchan por las calles reivindicando sus derechos. La sensualidad, anteriormente descrita como obra de la carne, ahora se ha convertido en la mayor virtud de una mujer. El pudor se convirtió en motivo de escarnio. La luz se ha vuelto tinieblas y las tinieblas, luz; lo amargo, dulce; y lo dulce, amargo. El bien es mal y el mal es bien. El pecador ya no se avergüenza de su pecado, se jacta de él.

El problema del pecado no es que se multiplicó tanto. Es que él se ha convertido en virtud y quien no abusa de él es contado como loco o insano. Como sucedió con los amorreos un día, la medida del pecado humano ya está casi llena (Gn 15.16).

  1. La multiplicación del conocimiento

“Muchos andarán de un lado a otro en busca de cualquier conocimiento” (Dn 12.4)

Nuestro siglo conoció la técnica como jamás en la historia. Los medios de comunicación transformaron al mundo en lo que Macluhan, teórica de la comunicación, llamó “Aldea Global”. El mundo se ha vuelto más pequeño. El hombre fue capaz incluso de, el 20 de julio de 1969, poner sus pies en la Luna. El teléfono, la radio, el télex, el fax, la televisión, el ordenador, internet – todo esto ha sido creado en un único siglo y hecho una enorme revolución en el mundo. En realidad, cada minuto una nueva tecnología se desarrolla en el mundo, cuyo impacto sentiremos pronto.

  1. La propagación de la Nueva Era

“…porque están llenos de astrólogos de Oriente…” (Is 2.6)

El Movimiento Nueva Era, que importó innumerables conceptos de las religiones y filosofías orientales, ha sido un fenómeno religioso en continuo crecimiento. Su influencia ha sido sentida en diversos sectores de la vida moderna, en la educación, la medicina, la vida empresarial y en otras áreas. Muchos que no fueron alcanzados por el mensaje del evangelio se han apegado a este tipo de espiritualidad satánica, que no es más que la preparación para el futuro gobierno anticristiano.

  1. El avivamiento pentecostal

“Sucederá que en los últimos días —dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano…” (Hch 2.28).

A principios del siglo se originó un movimiento que traía nueva vida a la Iglesia y que estaba destinado a influir en todo el mundo, el Movimiento Pentecostal. Comenzó en los EEUU y se extendió por todo el mundo. La Iglesia de Cristo pasó a vivir en una nueva dimensión de poder, experimentando experiencias sobrenaturales, como el hablar en lenguas, la sanidad y la expulsión de los demonios. No se puede negar que en sentido de autoridad espiritual y milagros la Iglesia de Cristo ha vivido un tiempo como nunca antes.

  1. El renacimiento de Israel

“…¿Puede una nación nacer en un solo día? ¿Se da a luz un pueblo en un momento?

Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas comenzaban sus dolores” (Is 66.8).

El siglo XX también presenció uno de los más reales cumplimientos de las profecías milenarias – el renacimiento de la nación de Israel. El 27 de noviembre de 1947, la ONU votaba a favor de la creación del Estado judío. Y el 14 de mayo de 1948, contra todas las probabilidades, los judíos volvieron a ser una nación efectiva otra vez. Este pueblo, que había estado durante casi 2000 años en todo el mundo, ganó la existencia como nación independiente. Esta fue una señal inequívoca de la mano de Dios sobre la historia.

  1. La predicación del Evangelio en todo el mundo

“Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mt 24.14)

Olvídese de las estadísticas que afirman que la religión musulmana fue la que más creció. La verdad es que la tasa de crecimiento poblacional entre los pueblos musulmanes es alta. Ningún pueblo de la tierra creció en número como los evangélicos. En todo el mundo hay testimonios de los crecimientos vertiginosos de las iglesias evangélicas. En Corea del Sur, por ejemplo, la población evangélica ya es casi la mitad de la población nacional. La mayor iglesia del mundo se encuentra allí, con más de 700 mil miembros. Sin hablar de África, América Central, y en Brasil, en que llegan muchas veces a 1/4 de la población.

  1. La inminencia del Gobierno Mundial

“…La cuarta bestia es un cuarto reino que surgirá en este mundo. Será diferente a los otros reinos; devorará a toda la tierra;¡la aplastará y la pisoteará!” (Dn 7.23).

No es de hoy que se habla de un gobierno mundial. Desde que las primeras utopías surgieron con ellas también vinieron la idea de un mundo unificado bajo un gobierno único. La diferencia es que ya existe, al menos potencial. La influencia de la ONU, aunque limitada, se ha mostrado eficaz, al menos en la divulgación del concepto. Trabajando la cuestión ambiental, creando un impuesto mundial y por medio de sanciones y vetos, la ONU ha logrado imponer su voluntad para una buena parcela de países. Además, ella es fuertemente influenciada por el Movimiento Nueva Era, que tiene organizaciones instaladas cerca o dentro de la propia ONU.

Una declaración de Alice Bailey, una de las principales profetizas de la Nueva Era, cuya organización Buena Voluntad Mundial forma parte del Consejo Consultivo de la ONU, nos llama la atención: “Dentro de la ONU está el germen y la semilla de un gran grupo internacional de meditación y reflexión – un grupo de pensadores bien informados, en cuyas manos está el destino de la Humanidad. Ellos están bajo el control de muchos discípulos del ‘cuarto rayo’ (…) y su foco es el plano de intuición búdica -el plan que comanda toda actividad jerárquica”.

No es difícil darse cuenta de la preparación del reino del anticristo dentro de esa caminata.

En vista de estas nueve perspectivas es fácil percibir cuán cerca estamos de la venida del Señor. ¡Siendo así, nuestro Maranata necesita ser cada vez más alto e intenso! Nuestro anhelo y nuestra preocupación por el regreso de Jesús debe manifestarse cada vez más en nuestro vivir diario. Clamemos, amigos ¡Ven, Señor Jesús! (Ap. 22.20).

  1. HUNTINGTON, Samuel P. O choque de civilizações. Rio de Janeiro: Objetiva, 2010. p.45.

Traducido del Portugués

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